Estudio de asociación del cromosoma X para la enfermedad de Alzheimer.
El IANEC ha participado en este importante estudio internacional para conocer el papel del cromosoma X en la aparición de la enfermedad de Alzheimer (EA).
Debido a razones metodológicas, el cromosoma X no ha figurado en los principales estudios de asociación de genoma completo sobre la EA. Para abordar esta cuestión y caracterizar mejor el panorama genético de la EA, realizamos un estudio exhaustivo de asociación de todo el cromosoma X (XWAS) en 115.841 casos de EA o casos indirectos de EA, incluidos 52.214 casos de EA diagnosticados clínicamente, y 613.671 controles. Se consideraron tres enfoques para tener en cuenta los diferentes estados de inactivación del cromosoma X (XCI) en las mujeres, es decir, XCI aleatorio, XCI sesgado y XCI de escape. No detectamos ninguna señal significativa en todo el genoma (P ≤ 5 × 10-8), pero identificamos siete loci significativos en todo el cromosoma X (P ≤ 1,6 × 10-6). Las variantes índice fueron comunes para los loci Xp22.32, FRMPD4, DMD y Xq25, y raras para los loci WNK3, PJA1 y DACH2. En general, este XWAS bien potenciado no encontró factores genéticos de riesgo para la EA en la región no pseudoautosómica del cromosoma X, pero identificó señales sugerentes que justifican nuevas investigaciones.
En conclusión, este XWAS no encontró ningún factor de riesgo genético común para la EA en la región no pseudoautosómica del cromosoma X, pero identificó señales sugerentes con un impacto moderado en el riesgo de EA, que justifican nuevas investigaciones. En particular, futuros análisis de datos de secuenciación ayudarán a abordar algunas de las cuestiones técnicas descritas anteriormente, y permitirán estudiar el impacto de variantes raras del cromosoma X o variantes estructurales en el riesgo de EA.
Además, la ampliación de XWAS a fenotipos relacionados con la EA, como el deterioro cognitivo, la patología de la EA o los biomarcadores de la EA, delimitaría aún más el impacto de las variaciones genéticas del cromosoma X en los procesos que conducen a la EA. Por último, los estudios adicionales sobre el impacto de la biología del cromosoma X más allá de las variaciones genéticas, por ejemplo la expresión génica o las alteraciones epigenéticas, incluida la impronta parental, permitirán comprender mejor la contribución del cromosoma X a la EA o a los fenotipos relacionados con la EA.
Más información: