IANEC recibe una donación para el apoyo de la investigación contra el Alzheimer en Málaga por parte de la Asociación Criptana de enfermos de Alzheimer (ACEA).
La Asociación Criptana de enfermos de Alzheimer (ACEA) ha hecho entrega de una donación de 3.000 euros al Instituto Andaluz de Neurociencia (IANEC) para continuar con la investigación que éste está llevando en Málaga contra la enfermedad de Alzheimer.
El IANEC está llevando a cabo un estudio de investigación pionero en España, que pretende una aproximación sistemática al conocimiento de los trastornos de conducta que se manifiestan en la demencia, analizando los aspectos médicos, psicológicos, familiares, sociales e institucionales presentes en su aparición y mantenimiento, de modo que contribuya a mejorar nuestra comprensión sobre ellos y permita el desarrollo de nuevas estrategias para su diagnóstico, prevención y tratamiento.
Los trastornos de conducta se encuentran entre los más complejos, estresantes y costosos aspectos de la atención a pacientes con demencia. Su presencia conlleva que los cuidadores expresen una mayor necesidad de ayuda diaria en casa y para la supervisión, así como para los cuidados personales, lo que se traduce en el gran número de cambios que tienen que introducir en su estilo de vida. Además, los cuidadores de pacientes con demencia que presentan trastornos de conducta expresan un mayor número de necesidades personales no satisfechas y falta de tiempo para ellos mismos. Estudios epidemiológicos demuestran que las tasas de diagnósticos psiquiátricos, especialmente ansiedad y depresión, son sistemáticamente mayores en los familiares que cuidan a pacientes con demencia con trastornos de conducta que en la población general.
Añadido a lo anterior, los trastornos de conducta ocasionan una disminución significativa de la calidad de vida tanto del paciente como de sus familiares y cuidadores, así como un gran sufrimiento en ambos, lo que favorece el internamiento prematuro del paciente en una institución. Asimismo, añaden más deterioro al ya existente, contribuyendo al declive cognitivo, físico y general continuado del paciente, a la vez que incrementan el riesgo de sufrir accidentes por parte de éste.
La presencia de trastornos de conducta se asocia a un mayor consumo de psicofármacos y al empleo de restricciones físicas, así como al incremento de los costes asistenciales. Por su parte, los cuidadores, en comparación con la población general, presentan peores indicadores de salud general, más días de incapacidad laboral, mayor consumo de psicofármacos y mayor utilización de recursos sanitarios.
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