La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más frecuente, siendo responsable de un 70% de los casos. En España se estima que la padecen más de 1.100.000 personas. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa que altera lentamente el funcionamiento normal de los procesos cognitivos y la conducta de la persona, de tal forma que le impide su capacidad para llevar una vida autónoma e independiente en el ámbito personal, familiar, laboral y social. Además, no se trata solo de una enfermedad que afecta únicamente a la persona que la sufre, sino que repercute en todo el ámbito familiar que a menudo experimenta elevados niveles de sobrecarga y desestructuración. El Alzheimer es pues una enfermedad de la familia y su abordaje supone, consecuentemente, todo un desafío para la sociedad actual.
Recibe su nombre del psiquiatra alemán Alois Alzheimer quien fue el primero en describirla en el año 1906. El principal factor de riesgo para tener Alzheimer es el envejecimiento. Por este motivo, a medida que la esperanza de vida se ha ido incrementando, también lo ha ido haciendo el número de personas que padecen la enfermedad. No obstante, aunque la mayoría de los casos son de aparición tardía, cada vez es más frecuente la aparición de casos en personas jóvenes, por debajo de los 65 años de edad.
La pérdida de la memoria suele ser la primera queja que manifiesta el paciente o perciben sus familiares, aunque otras funciones cognitivas, como la atención y la concentración, el lenguaje, la orientación en tiempo y espacio, la percepción, la resolución de operaciones matemáticas, las habilidades motoras intencionadas o la elaboración de pensamientos complejos, también se verán afectadas a medida que avance la enfermedad. El deterioro de las facultades cognitivas reduce lentamente la capacidad del enfermo para llevar a cabo las actividades del día a día que le permiten vivir de una manera autónoma e integrado en su ambiente. El interés por las alteraciones de la conducta han ganado una importancia creciente en los últimos años e incluyen perturbaciones como cambios de la personalidad, apatía, falta de interés, agitación, irritabilidad, ansiedad, depresión, ideas delirantes, alucinaciones o alteraciones del sueño y del apetito.
El Alzheimer en cifras
Coste global
Alzheimer y demencia: + 800 billones de dólares.
Defunciones
1 de cada 3 ancianos muere de Alzheimer u otra demencia.
Crecimiento
Cada 3 segundos aparece un nuevo caso
En nuestro país
1.100.000 enfermos en España
La enfermedad de Alzheimer constituye el mayor desafío de la medicina actual: cada hora se diagnostican 50 nuevos casos en Europa y se puede afirmar que se ha convertido en uno de los mayores retos políticos y sociosanitarios. En España afecta a más de 1.100.000 enfermos, circunstancia que repercute en la vida de 4.500.000 personas. Su frecuencia aumenta a partir de los 65 años: un 10 por ciento de las personas mayores de esa edad sufren Alzheimer. De acuerdo con los datos de la Federación Internacional de Asociaciones de Alzheimer, se estima que en la actualidad viven 47 millones de personas en todo el mundo con dicha demencia, y se calcula que esa cifra se triplicará en el año 2050 como consecuencia del aumento de la esperanza de vida de la población y si no se encuentra una cura efectiva. También su coste económico supone en la actualidad un gran problema de salud pública: se calcula que en España la enfermedad cuesta por paciente y año más de 30.000 euros. Asimismo, se considera que la familia asume el 87% del gasto de los cuidados. La duración de la enfermedad oscila entre 2 y 20 años.
El coste global del Alzheimer y la demencia se estima en más de 800 billones de dólares americanos.
1 de cada 3 ancianos muere de Alzheimer u otra demencia.
Se producen cerca de 10 millones de nuevos casos de demencia cada año, lo que supone que cada 3 segundos aparece un nuevo caso.
En cada familia existe un cuidador principal que asume la responsabilidad de cuidar al enfermo de manera destacada. En nuestro país la gran mayoría son mujeres que suelen experimentar elevados niveles de ansiedad y depresión debido a la carga de estrés y sufrimiento a la que se ven sometidas durante todo el proceso de la enfermedad. El enfermo es cuidador dentro del hogar en 8 de cada 10 familias, a lo largo de una jornada que abarca 24 horas de duración.
La ciencia, la única solución
Aunque sabemos que en la enfermedad de Alzheimer se produce una pérdida de neuronas y de sus conexiones entre ellas, junto al acumulo de depósitos de proteína amiloide en forma de placas seniles y de ovillos neurofibrilares que contienen proteína tau hiperfosforilada, la causa última se desconoce, lo que resalta la importancia de la investigación en este campo.
Estamos convencidos de que apostando por la ciencia y la innovación científica el Alzheimer algún día será historia. Solamente mejorando el conocimiento que disponemos actualmente sobre la enfermedad encontraremos soluciones que nos permitan diagnosticarla precozmente, lo que nos ayudará no solo a prevenirla, sino también a conseguir una mejor calidad de vida para las personas afectadas y sus familiares y cuidadores.